El delito de administración desleal: qué es y cuándo se comete
El delito de administración desleal sanciona a quien, teniendo facultades de gestión sobre un patrimonio ajeno, actúa de forma abusiva o desleal en perjuicio del mismo. Es especialmente relevante en contextos societarios, mercantiles y profesionales, y puede conllevar penas de prisión, indemnización y graves consecuencias reputacionales y legales.
Alejandro Bravo Quemada
7/14/20255 min read


El delito de administración desleal está recogido en el Código Penal español y tiene como finalidad proteger el patrimonio ajeno frente a gestiones abusivas realizadas por quien tiene facultades para administrarlo. Aunque a menudo se vincula al ámbito societario, si bien también aparece en otros contextos económicos y profesionales donde una persona actúa en nombre o por cuenta de otra con poder de disposición.
En los últimos años, su aplicación ha crecido notablemente en el ámbito del derecho penal económico, especialmente en casos plataformas de inversión, asó como conflictos entre socios, actuaciones de administradores y gestión de patrimonios complejos.
¿Qué se entiende por delito de administración desleal?
El artículo 252 del Código Penal establece que comete administración desleal quien, en perjuicio de otro, abusa de las facultades que tiene para administrar un patrimonio ajeno.
Lo esencial no es la apropiación de los bienes, sino el uso desleal o abusivo de las facultades de gestión que le han sido conferidas al autor, causando un perjuicio económico al titular.
Ejemplo: Un administrador de una sociedad que contrata con una empresa vinculada suya, en condiciones claramente desfavorables para la sociedad que administra.
¿Qué elementos deben producirse para que exista un delito de administración desleal?
Para que una conducta sea constitutiva de administración desleal deben concurrir los siguientes elementos:
1. Existencia de facultades de administración patrimonial
Es necesario que el autor tenga legal o contractualmente encomendada la administración de bienes ajenos. No basta con una relación de confianza informal: debe existir un verdadero deber de lealtad fiduciaria.
Ejemplo: Un administrador único de una sociedad mercantil, un apoderado con poderes de disposición bancaria, o un gestor de inversiones.
2. Ejercicio abusivo o desleal de esas facultades
El autor no se limita a actuar negligentemente, sino que usa sus poderes de forma desleal, contraria a los intereses del titular, bien por extralimitación, bien por conflicto de intereses.
Ejemplo: Celebrar operaciones de venta de activos por debajo del valor de mercado en beneficio de un tercero vinculado.
3. Perjuicio económico para el patrimonio gestionado
El uso desleal debe causar un daño económico real y evaluable al titular del patrimonio. Si no existe un perjuicio, podrá haber una infracción civil o mercantil, pero no penal.
Ejemplo: Transferir fondos de la sociedad a una cuenta propia para cubrir deudas personales.
Si no se producen todos estos requisitos, la conducta no podrá ser calificada de administración desleal, si bien ello no implica que no se pueda perseguir o castigar penalmente mediante otros delitos similares.
¿Cuáles son los casos más habituales de administración desleal?
Como abogado especializado en derecho penal económico, me he encontrado con todo tipo de casos de administración desleal. No obstante, las formas más habituales de comisión del delito son las siguientes:
Gestión desleal en sociedades mercantiles. Por ejemplo: Administradores que formalizan contratos claramente perjudiciales para la sociedad.
Apropiación encubierta mediante operaciones simuladas. Por ejemplo: Justificar pagos injustificados a terceros cercanos.
Extralimitación en poderes. Por ejemplo: Un apoderado que realiza transferencias fuera del objeto del mandato y causa un perjuicio.
Administración en conflictos entre socios. Por ejemplo: Actos de vaciamiento patrimonial antes de una venta de participaciones.
Gestión de patrimonios familiares o fiduciarios. Por ejemplo: Tutor legal que emplea fondos del tutelado en inversiones arriesgadas sin autorización.
¿Puedo ir a prisión por un delito de administración desleal? ¿Qué penas se aplican?
La regulación del delito de administración desleal sí contempla la posibilidad de condenar a su autor con pena de prisión. No obstante, debemos atender a las distintas circunstancias en su comisión para entender la gravedad de la conducta y su pena aplicable.
De forma normal, el delito de administración desleal está castigado con las siguientes penas:
Prisión de 6 meses a 3 años, y
Multa de 6 a 12 meses, cuando el perjuicio económico supera los 400 euros.
Si el perjuicio es inferior a 400 euros, se trata de un delito leve, sancionado con multa de 1 a 3 meses.
Además, de la pena de prisión y multa, el juez podrá imponer las siguientes penas accesorias:
Inhabilitación especial para administrar bienes ajenos, ejercer cargos en sociedades o ser apoderado.
Responsabilidad civil por los daños patrimoniales causados.
Dado que existen distintas posibilidades en la imposición de pena, la gravedad de esta dependerá de factores como:
La magnitud del perjuicio.
El cargo o responsabilidad del autor.
Si ha habido ánimo de favorecerse a sí mismo o a terceros.
¿Existen más consecuencias legales además de la pena de prisión?
Más allá de las penas establecidas, la comisión de un delito de administración desleal puede conllevar importantes consecuencias personals, que van más allá de la vía penal, tales como:
La indemnización civil al perjudicado, que puede incluir no solo el daño directo, sino también el lucro cesante.
La pérdida de confianza profesional y consecuencias reputacionales.
La inhabilitación para ejercer cargos en empresas o patrimonios fiduciarios.
Tener antecedentes penales, con impacto en licitaciones, subvenciones públicas o trámites notariales.
El delito de administración desleal es, por tanto, una figura clave en la protección del patrimonio gestionado. Su aplicación requiere analizar no solo el resultado económico, sino también el abuso de poder que lo provoca.
¿Qué diferencias hay entre el delito de administración desleal y otros delitos similares?
Como adelantaba previamente, es posible que una conducta no revista todos los requisitos del delito de administración desleal y no encaje en este tipo penal, lo cual no significa que no pueda ser castigado mediante otras figuras similares:
Apropiación indebida (art. 253 CP): El autor actúa como si los bienes fueran suyos, sin obligación de gestionarlos. Ejemplo: Un socio que retira dinero de la cuenta común y no lo devuelve.
Estafa (art. 248 CP): Implica engaño para obtener un beneficio patrimonial ilícito. Ejemplo: Presentar documentos falsos para lograr un crédito a nombre de la empresa.
Corrupción en los negocios (art. 286 bis CP): Aceptar o ofrecer beneficios ilícitos para favorecer decisiones. Ejemplo: Aceptar comisiones ilegales a cambio de firmar contratos con determinados proveedores.
Administración fraudulenta en el concurso (arts. 259 y ss.): Abuso de gestión en situaciones preconcursales o concursales. Ejemplo: Vaciar la empresa antes de declararse en concurso de acreedores.
¿Qué hago si he sido víctima de administración desleal o me están acusando por este delito?
Tanto si has sufrido un delito de administración desleal como si estás siendo acusado por este, es fundamental actuar con rapidez y seguir siempre los siguientes pasos:
Reunir documentación que acredite la deslealtad y el perjuicio: Contratos, informes periciales, movimientos bancarios, comunicaciones internas, etc.
Actuar con rapidez: En muchos casos, el daño patrimonial se agrava con el paso del tiempo. Además, existen plazos para emprender acciones legales y para proponer prueba dentro del procedimiento.
Buscar asesoramiento especializado en derecho penal económico: Dado que la línea entre la mala gestión y la conducta delictiva no siempre es clara, es esencial que un abogado analice la conducta, los poderes atribuidos al gestor y la naturaleza del perjuicio. Este elemento es clave y puede suponer la diferencia entre una condena y una absolución.
La administración desleal sanciona el uso abusivo de facultades en perjuicio de quien ha depositado su confianza en el gestor. En el entorno empresarial y profesional, este delito se ha convertido en una herramienta penal fundamental frente a deslealtades que antes se resolvían solo por la vía civil o mercantil.
Dada la complejidad técnica del tipo penal y sus similitudes con otras figuras, el asesoramiento especializado es indispensable para enfocar correctamente una defensa o una acusación. Si te ves implicado en una investigación por administración desleal, ya sea como víctima o como investigado, puedo ayudarte.
Puedes contactar conmigo AQUÍ.
--
Alejandro Bravo Quemada.